domingo, 12 de abril de 2009
Castro celta de Ulaca, Ávila
Altar de sacrificios humanos, Ulaca
Localización: Villaviciosa, Ávila. (Pedanía de Solosancho)
Datación: II Edad del Bronce
Cómo se llega: Se coge la AP-6 hasta el desvío de la AP-51, en la salida 81. Se sigue unos 30 km. por esta carretera, hasta la N-110. A 4 km., tomar el desvío de la N-502 y seguir por ella unos 15 km. Luego, coger la AV-P-410 dirección Villaviciosa, pasar esta población y llegar hasta Solosancho. Pasar la última casa del pueblo y a la izquierda, sale un camino con una valla roja. Dejar el coche y comenzar la ascensión, que dura aproximadamente 1 hora.
Estado de conservación: Parcialmente excavado. Ocupa un área de 70 Ha.
Consejos: Gran interés para aficionados. No turismo convencional. Se requiere una forma física aceptable, ya que hay que subir hasta los 1.600 metros, en pendientes muy acusadas. Gran parte del año, nieva y hace ventisca.
Elementos más importantes: Altar de sacrificios humanos. Canteras. Murallas parcialmente reconstruidas. Planta de viviendas, con bancos corridos y hogar. Se conserva un laconicum ritual. Entorno natural bellísimo, en el valle del Amblés.
Aspecto del laconicum ritual rupestre
Puerta de acceso al segundo recinto del castro.
Identificado a finales del siglo XIX, el castro de Ulaca es espectacular, de una importancia enorme. Su enorme extensión -unas 70 Ha- da idea de su trascendencia como punto de control del valle del Amblés. Su situación, muy inaccesible, ha imposibilitado en gran medida su reconstrucción y estudio, pero por otra parte ha garantizado su integridad, pues sus piedras y sillares no fueron utilizados para obras posteriores. Los arados sólo han destruido la necrópolis de incineración, situada, como era costumbre en los pueblos celtíberos, junto a uno de los arroyos que corre desde la meseta donde se asienta el castro hacia el valle. El recinto, por su parte, fue alzado con elementos ciclópeos en los paramentos, que eran rellenados con mampostería y que se adaptaban al terreno utilizando la orografía como un baluarte defensivo más, como sucede con el castro de Sanchorreja.
Toro vettón de Ulaca, ahora en el pueblo
De los pastos situados fuera del oppida procede el toro de piedra que ahora luce junto al castillo gótico de la actual población. Su función, aún no aclarada del todo, se debate entre lo mágico-religioso o la simple delimitación de pagos.
Canteras, con sillares ya extraídos
Según Sanchís en el castro se han identificado casi 300 viviendas, de las cuales sólo se muestran reconstruidas una pequeña parte. Parecen más elaboradas que en otros castros, ya que tienen varias estancias, un hogar y bancos corridos en los que, según Estrabón, los pueblos celtíberos solían sentarse a comer por orden jerárquico. Las viviendas coexisten con las canteras, principal actividad de este pueblo junto a la ganadería.
Viviendas, de planta rectangular
Cuerpo de guardia, junto a la entrada al castro
Edificios de interés
Detalle de la doble escalera del altar
La construcción más famosa del yacimiento es el Altar de Sacrificios. Es una estructura rupestre, que recuerda en algo a la técnica empleada en Tiermes. En ella se aprecia claramente dos escaleras que conducen hasta una platea del cual salen varios canales para las libaciones, lo que presupone una función litúrgica relacionada con los sacrificios.
Estructura tallada junto al altar
La segunda edificación digna de mención es una especie de sauna o laconicum ritual muy bien conservado. Algunos autores sostienen que es una fragua. Otros, creen en su función termal y ritual. Buscando en el libro III de Estrabón, encontramos lo siguiente, referidos a los lusitanos:
"Se dice que algunos que habitan las inmediaciones del río Durio siguen un modo de vida lacónico, que utilizan dos veces al día los alipterios y toman baños de vapor que se desprende de piedras candentes"
Además, en relación los sacrificios, dice lo siguiente:
"Los lusitanos son dados a los sacrificios y examinan las entrañas sin separarlas del cuerpo; se fijan además en las venas del costado y adivinan palpando. Hacen también predicción en las entrañas de sus cautivos de guerra, a los que cubren con sayos. Luego, cuando son heridos por el arúspice en las entrañas, adivinan en primer lugar por la forma en la que caen".
Los vettones eran un pueblo colindante con el lusitano, cuya influencia penetraba hasta provincias limítrofes de lo que hoy es Ávila. La ascendencia de los lusitanos y de las culturas castreñas del NO peninsular en los vettones ha sido puesta de relieve por numerosos autores.
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